Hasta que a Arnold le reemplazaron la cadera a los 87 años, el amor de Arnold por el deporte lo había mantenido activo. Sin embargo, al encontrarse con menos movilidad, Audrey notó una disminución en el entusiasmo de Arnold por la vida y en los tres años posteriores a su operación, su antigua vida parecía estar desintegrándose:

"Arnold siempre había sido un hombre activo, pero después de que le reemplazaran la cadera, fue sintiéndose más cómodo quedándose en casa. No mostraba interés en lo que le solía gustar hacer antes y, a medida que pasaba el día, se volvía más frágil y se hacía cada vez más difícil levantarlo de la cama. A pesar de lo difícil que fue para Arnold, también fue un cambio de vida muy difícil para mí, ya que me metí en el papel de su cuidadora".

Disfrutando de vidas plenas e independientes el uno del otro, Audrey nunca antes había tenido que preocuparse por la salud mental o física de Arnold, por lo que el cambio de su perspectiva de la vida, junto con una creciente distracción, fue difícil de encajar. Fue en este punto cuando Audrey y su familia recurrieron a Oysta en busca de ayuda.

Usando el Oysta Pearl, Arnold y Audrey pudieron disfrutar de varios años más de semi-independencia el uno del otro. Esto dio a Audrey el descanso que necesitaba para poder seguir disfrutando de sus propias actividades y viajes al extranjero, sabiendo que cuando Arnold estaba solo, siempre estaba bajo el manto de cuidado de Oysta. Para Arnold significó una mayor confianza y seguridad, lo que le permitió seguir disfrutando de las visitas a la ciudad sin la ayuda de su esposa y del tiempo a solas en su casa.

"Llegó un momento en que las necesidades de Arthur excedieron la capacidad de la Oysta Pearl y fue entonces cuando tomamos la decisión de mudarnos a una residencia y pasar a la siguiente etapa del cuidado de Arthur".

"Oysta Pearl fue una herramienta maravillosa en ese momento de nuestras vidas. Darnos a ambos una "normalidad" prolongada, aunque diferente, durante varios años más, bien puede haber ayudado a ralentizar el deterioro de la salud de Arthur. Nos permitió a ambos continuar con un grado de independencia el uno del otro y seguir hasta donde pudimos viviendo nuestras vidas como siempre lo habíamos hecho", concluye Audrey.